Robert Greene, el autor de “Las 48 leyes del poder” nos da la clave: “Desconfíe de los amigos; suelen ser los primeros en traicionarlo, ya que caen fácilmente presa de la envidia… Conserve a sus amigos para vivir una relación de amistad, pero trabaje con los más capaces y competentes… a la larga, la capacidad y competencia son mucho más importantes que los sentimientos de amistad”. Obviamente se refiere a los amigos con los cuales existe una relación íntima, lo que incluye a familiares y aduladores. Todos estos terminan haciendo un tremendo daño a la gestión y la reputación del alcalde. Ejemplos sobran. Las cuatro categorías de atributos que deben concurrir para considerar a un funcionario capaz y competente son:

 1) Profesionales; es decir, aptitudes y competencias adquiridas merced a estudios universitarios y de especialización; capacitación y actualización en las normas de los sistemas administrativos materia del cargo, que les permitan hacer su trabajo y solucionar problemas. La vocación de servicio importa mucho. Tener nociones de administración, porque como jefe deberá planificar, organizar, dirigir, integrar personal y controlar. Esto es fundamental.

 2) Experiencia; en el desempeño de las funciones propias del cargo. No se puede llegar al puesto de funcionario recién a aprender. Desequilibran el funcionamiento armónico de la organización y pueden incurrir o hacer cometer errores con el consiguiente daño al servicio público, y la ulterior responsabilidad civil, penal o administrativa de los funcionarios; amen del desprestigio de la municipalidad y de la administración pública en general. Los costos de la inexperiencia, ineficiencia e ineficacia son muy altos.

3) Éticos; que importen la observancia de valores, principios y deberes (respeto, probidad, equidad, neutralidad, transparencia, responsabilidad, etc.) que garanticen el manejo cuidadoso y escrupuloso de los recursos públicos y el respeto irrestricto a la Constitución y al Estado de Derecho. Un celoso estudio de los antecedentes policiales, penales, judiciales y laborales deviene fundamental.

4) Políticos; referidos a la capacidad de generar legitimidad de ejercicio; es decir, que hagan lo correcto, que tengan la habilidad de comunicar eficientemente los actos de gobierno y hagan cumplir las políticas públicas. Para ello se requiere inteligencia emocional, humildad y habilidad para entender a los ciudadanos; manejar recursos de persuasión; administrar crisis y transformarlas en oportunidades; identificar a los grupos de interés; relacionarse con la prensa; conocer fundamentos del marketing de gobierno, etc.