¿Cuál debe ser la actitud para gobernar con eficiencia?
La ciudadanía espera que sus nuevas autoridades que se encuentren a la altura del encargo que le ha dado el pueblo y se comporten como verdaderos líderes: auténticos, comprometidos con el servicio público, confiables, que sepan escuchar, honestos, con visión y eficientes. Esto último es de suma importancia porque conlleva la satisfacción de necesidades y aspiraciones que tiene la gente y el impacto en la mejora de sus condiciones de vida, dada la escasez de recursos.
¿Qué peligros acechan al alcalde o al gobernador y le impiden realizar una gestión eficiente?
Podríamos clasificarlos en dos tipos, los endógenos y los exógenos. Los primeros están referidos a la personalidad y el carácter de la autoridad y que debe trabajarlo a nivel psicológico: el ego, la vanidad y la autosuficiencia, son sus pecados capitales. Tener reacciones súbitas y un pésimo manejo de la inteligencia emocional puede dañar severamente la gestión. Dejarse llevar por la ira, la venganza o el resentimiento, así como asumir una actitud negligente, indiferente o insensible puede condicionar la elaboración y ejecución de las políticas públicas.
No menos peligrosos son los factores exógenos o externos: los amigos y la familia están en la primera línea. He conocido y conozco muchos casos en que estos asumen un rol excesivamente influyente en la sombra, interviniendo en decisiones de gobierno, elección de funcionarios, contrataciones, etc. de pronto por un poder adquirido en virtud del vínculo que se tiene con el gobernante. Aunque se molesten, recomiendo mantenerlos alejados, al menos de las decisiones políticas. Otro peligro son los aduladores y algunos empresarios corruptos que conforman la segunda línea, anteponiendo sus intereses personales a los del gobernante. El tiempo nos da la razón.
¿Cómo se puede contrarrestar este mal endémico?
Sencillo. Rodeándose de funcionarios competentes. Siempre hemos escuchado lo difícil que resulta encontrar un funcionario que sea capaz. La idoneidad repercute en la gestión. Un funcionario capaz sabe fijar metas inteligentemente, planea los programas necesarios para el cumplimiento de estas y logra su efectiva consecución. El buen uso de los recursos públicos lo caracteriza y redunda en un buen gobierno. La gestión por resultados deviene fundamental porque combina sistemas, valores y procedimientos para lograr más y mejores resultados, con igual o menor cantidad de recursos. Con buenos funcionarios se puede delegar la toma de decisiones. El poder debe otorgarse al funcionario con igual responsabilidad. Más poder con menos responsabilidad conduce a la autocracia. Más responsabilidad con menos poder produce frustración.
¿Qué rol juega la comunicación en el gobierno?
La autoridad ha pasado de la campaña electoral a la campaña permanente. Un gobernante no puede vivir ajeno a su comunidad. La comunicación es un proceso complejo por el cual la autoridad se expresa, interpreta y coordina mensaje con otros para crear un significado compartido, lograr metas políticas y sociales, manejar su identidad personal, y sobre todo mantener estrecha relación con el pueblo. No es cuestión de comunicar mucho, sino de comunicar bien; es decir, conectar con el ciudadano.
¿Qué recomendaciones darías para los primeros 100 días de gobierno?
Elaborar un Plan que se caracterice por marcar la diferencia con el anterior gobierno, genere confianza en la autoridad y se empiece a cumplir lo prometido; especialmente en la gestión del desarrollo local o regional y la atención de los servicios públicos locales o regionales, resolviendo los problemas urgentes; y por otro lado elaborar un diagnóstico del estado situacional, formular una reestructuración administrativa e identificar las capacidades de la organización. Acciones concretas y de impacto.
¿Y los recursos?
Profesionalizar la recaudación tributaria y aprovechar los incentivos presupuestarios a cargo del Ministerio de Economía y Finanzas que promueve la mejora de la calidad de los servicios públicos, a través del cumplimiento de metas. Una vez más, a cargo de funcionarios idóneos.
Tan importante como el equipo que conforma el componente operativo de las oficinas de tecnologías de la información, es la conformación y consolidación de su estructura funcional. Tiempos en los que la tendencia mundial marca el paso a través de lineamientos como los de la OCDE, en donde la competencia por la transparencia y el acercamiento del estado al ciudadano es vital para un desarrollo concertado de políticas públicas. Es así, que el establecer una estructura orgánica, funcional, dinámica e innovadora, es vital para lograr este objetivo. Considero primordial, acabar con el paradigma de ver a las áreas de sistemas, como soportes de atenciones a demanda y pasar a verlos como un socio estratégico que proporcionan herramientas digitales que permitirán mejorar los procesos sistémicos de la organización. Ya en esa tendencia, la secretaria de gobierno y transformación digital, motiva a proponer un cambio desde el nombre, considerando la tendencia de Gerencia de Gobierno y Transformación Digital, lo cual no solo apoya el desarrollo desde adentro de cada gobierno local, sino que hace que la marca Perú en Gobierno y Transformación Digital, crezca de manera exponencial en la región. En consecuencia, la conformación y fortalecimiento de las áreas de tecnologías de la información, ahora empoderadas con las políticas de gobierno y transformación digital, deben ser tratadas por los gobiernos locales como aliados estratégicos y construir una estructura que debe permitir: En primer lugar, el desarrollo de las políticas de gobierno y transformación digital y proyectos digitales, el manejo ordenado y conciliado de los planes estratégicos y operativos que conllevan a lograr estos objetivos, considerar la confianza digital, seguridad de la información y gestión de riesgos, como temas de relevante importancia. En segundo lugar, el desarrollo de soluciones digitales, que proporcionen valor a las actividades que se hacen para la gestión interna de la gobernanza de datos desde cada unidad orgánica, así como para la innovación y mejora de los servicios que se prestan a los ciudadanos en temas de desarrollo de sus economías, mejoramiento de sus capacidades, prestaciones de salud, atendiendo que el ciudadano es el objetivo supremo de todo este quehacer digital. Y en tercer lugar los aspectos de comunicaciones y despliegue de las redes de información a través de los canales de datos, para ofrecer servicios más oportunos y que la misma ciudadanía se beneficie de esta red a través de centros de capacitación, portales y otros servicios más.
Director Periodístico:
EDGARD NAOLA ORDOÑEZ