Hemos sido testigos de significativos avances en los últimos 40 años, visibles de manera efectiva en el entorno nacional a partir de los 90, esto trajo consigo obligatoriamente el acondicionamiento de las estructuras gubernamentales, la implementación de nuevas metodologías, el desarrollo de nuevas capacidades, la evolución de las personas, la acumulación de mayor conocimiento y la implementación de infraestructura y soluciones que soporten estos cambios. Uno de los principales sectores en los cuales se ha trazado un horizonte firme y que se ha ido consolidando y reforzando, oportuna y eficientemente por sus directores de turno como César Vílchez, Lieneke Schol y Marushka Chocobar, es el de la tecnología en su camino a lo digital, lo cual ha llevado a implementar modelos y la redefinición de conceptos para mantener latente él logró de los objetivos. En el análisis, es de suma importancia la concepción, su materialización, la creación de las herramientas apropiadas y hasta los cambios generacionales, pero es vital reconocer que los servidores públicos son parte esencial de su consolidación y los responsables de plasmar en los indicadores los avances programados. La modernización digital no solo se alimenta de buenas intenciones y enunciados futuristas, sino de propuestas claras, precisas, confiables, probadas, eficientes y que como nos dice el sentido común, dirigidas a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Es así, que, en mi opinión, debe enfatizarse de manera firme en esta etapa del camino, el fortalecimiento de las herramientas y de la ejecución de acciones estandarizadas que aseguren afirmar lo avanzado. Me refiero especialmente a la aplicación de probadas técnicas de protección de datos, como parte esencial de afianzar la confianza digital, del uso de los recursos de la nube en gestión de infraestructura y datos, en el aseguramiento de los sistemas ya implementados y el seguimiento de ciclo de vida de los mismos, en la aplicación de modelos que permitan gestionar información histórica de manera dinámica y confiable que determine de manera precisa el camino para una toma de decisiones adecuada, salvaguardando el buen uso de los recursos públicos. Se ha consolidado el Sistema Nacional de Planeamiento Estratégico, ha tomado fuerza las secretarias de Gobierno y Transformación Digital y lo propio con la de Gestión Pública, existe ya en concreto los lineamientos de la Política Nacional de Modernización de la Gestión Pública al 2030, no nos queda más que seguir sumando esfuerzos para continuar el camino, sincerar algunos objetivos estratégicos, medir oportunamente y rediseñar cuando sea oportuno, logrando establecer metas precisas, alcanzables y medibles que dejen ver el horizonte de manera clara y cada vez más cercano.
Director Periodístico:
EDGARD NAOLA ORDOÑEZ