Muchas veces hemos mirado con cierto escepticismo el uso masivo de las tecnologías y los asuntos digitales, en el accionar cotidiano de las actividades de los ciudadanos o desde la administración pública. Es cierto que hemos avanzado, generando la normatividad y algunas herramientas que han marcado el camino, pero también es verdad que hemos retrocedido, al tener en la dirección de una entidad, a personal que no solo maneje los aspectos teóricos y a veces prácticos de sus estudios de carrera, sino que reaccione de manera puntual y consciente a los temas relacionados a la planeación, en la identificación de los objetivos y acciones estratégicas, en la directivas sobre modernización, para tomar acción en lo importante que significa alcanzar esos indicadores y metas, identificar esos proyectos ya pensados que van a lograr cerrar brechas, en planificar por resultados, pensando en hacer un uso más eficiente de los recursos, no solo del Estado sino de todos los ciudadanos. Esta exhortación, me permite mirar el futuro con un aire alentador, “en la administración pública no hay tiempo para aburrirse” (Cortijo,2011). Me acuño esta frase por que el innovar nos permite reinventarnos cada día, en favor de brindar mejores servicios a los ciudadanos y a dotar a los colaboradores con herramientas con las puedan brindar un mejor servicio. Hace unas semanas, tuve la oportunidad de participar en el CAII 2023, la Conferencia Anual Internacional por la Integridad 2023, fue un lujo estar ahí, aunque para algunos pocos significaba una pérdida de tiempo. Este debería ser un espacio de asistencia obligatoria para los gestores del Estado que vivimos el día a día entre documentos, intereses, tomas de decisiones, y lo cual conlleva a tomar decisiones acertadas. Nelson Shack, Contralor de la República, lo dijo claramente, se pueden hacer muchas acciones para luchar contra la corrupción, pero finalmente es un tema de los valores que tengan las personas y sobre todo nuestras autoridades. La inteligencia artificial, la big data, la minería de datos son aliados en esta tarea, para identificar las anomalías en la ejecución de las contrataciones, en el seguimiento de las etapas de la ejecución de una obra, en cuantificar cuantos perfiles se aprobaron sin llegar a ejecutarse, en detectar el nepotismo, la reincidencia en los adicionales de obras o en la sobrevaloración de materiales y equipos, por dar algunos ejemplos.
Director Periodístico:
EDGARD NAOLA ORDOÑEZ