¿Usted refiere que se abre la esperanza de un cambio, pero no nos describe, bajo qué liderazgo y políticas adecuadas?

El final de esta pesadilla política, ha sido autodestruida por sus propios autores, coincidiendo con una etapa de cambio de actitud que debiera darse a través de los gobiernos regionales y municipales. A las nuevas autoridades no se les debe ignorar. Debemos orientarlos propiciando la reconstrucción de la infraestructura económica de sus ámbitos. Me refiero a los sistemas de riego, infraestructura educativa, hospitalaria y deportiva, aunadas a políticas públicas relacionado con las actividades agrarias, ganadera, agroindustrial, minero, turístico etc.

Muchos subgobiernos ya tienen, de sus antecesores, los presupuestos elaborados y en muchos casos con saldos negativos de obras en proceso. ¿Cómo superar esta realidad?

Este es el momento de recurrir a la RESERVA INTELECTUAL, que están disponible a través de los colegios profesionales, a través de foros que promoverían la universidad peruana, las cámaras de comercio y los empresarios, para iniciar un cambio excepcional, fijándose políticas públicas de nivel regional, en armoniosa relación con los gobiernos locales y el apoyo financiero del gobierno nacional.

“Hoy, es el momento de unirnos con propuestas alternativas y decisiones” 

El proverbio popular refiere que “muchas manos en un plato, causan arrebato. ¿Qué opina?

Lo primero es fijar las potencialidades de cada ámbito, preferente de carácter socio productivo, optimizando las estructuras disponibles. Lo siguiente es realizar una evaluación de factibilidad técnico económica, que se logra con el apoyo de las instituciones ad hoc. referidos a los economistas, a la ingeniería multidisciplinaria, y a los planificadores, etc. Los planes deben elaborarse para ejecutarlos en el corto y el mediano plazo, dentro del periodo de gobierno tetranual, en forma racional e integral.

¿Bajo qué liderazgo se lograría esta convocatoria y en qué plazos sería aconsejable elaborar los planes?

Antes de la Instalación de las nuevas autoridades, o dentro de los tres primeros meses en que se reajusta el Presupuesto, se deberían haberse realizado foros orientados a lograr un planeamiento de cuatro años, regional y local.  Este es el cambio de actitud de la administración pública y de la eficiente política de gobierno.

Solo de esta manera podríamos recuperar los valores morales, los principios cristianos y con ello, el respeto, la decencia, y la disciplina que prevalezcan en el tiempo.

¿Estima que este concepto idealista, sea escuchado por los gobernantes?

No existe otro camino. Si no se cambia de actitud, no lograremos superar la crisis moral, y menos el reordenamiento jurídico-administrativo, económico-financiero y socio-político.