Oswaldo Carpio Villegas, nos concede su opinión acerca de las nuevas elecciones presidenciales. A continuación un breve resumen.
¿Es un problema que existan, hasta el momento, 41 partidos con candidatos a la presidencia? La multiplicación de partidos tiene varios orígenes. El primero es que refleja el grado de fragmentación de la sociedad política en el plano nacional, regional y local. Somos un país muy diverso por causas que sería largo señalar. El segundo factor es el de las malas leyes electorales dictadas por el gobierno del inhabilitado Martín Vizcarra durante su fracasada reforma política; a ello se suma el fin del ciclo de los partidos tradicionales. Un tercer factor es que estamos ante un cambio mundial de era y eso incide directa e indirectamente en el Perú. Hemos ingresado, simultáneamente, a la revolución digital y a la Inteligencia Artificial. Eso cambia todo y su gran reflejo se manifiesta en la comunicación humana y las Redes Sociales. Hoy, cómo conocemos, cómo nos informamos, cómo nos organizamos, cómo trabajamos y nos relacionamos socialmente y nos ubicamos en el mundo de los negocios internacionales y los grandes mercados es algo nuevo y en construcción. Potencias externas actúan en todas las elecciones en el mundo a través de las Redes Sociales. El Smartphone o Teléfono Inteligente será decisivo. Los mensajes serán por las Redes Sociales. Un cuarto factor es psicológico y sociológico pues algunos piensan que si Pedro Castillo, un sujeto sumamente limitado en liderazgo y capacidad intelectual pudo ser presidente, ¿por qué no yo? Es claro que con el desarrollo de la campaña electoral destacará un grupo no mayor de ocho candidatos. Entre ellos estarán los dos que pasarán a la segunda vuelta. El resultado electoral dependerá de la estrategia política y, fundamentalmente, de una excelente estrategia de comunicación política.
¿Habrá un cambio real en el Perú con las nuevas elecciones? Todos ansían un cambio. Ya ha fracasado en América el neocomunismo o Socialismo del Siglo XXI. El último desastre es en Bolivia que era señalado por la izquierda del Perú como el camino a seguir. Pero, los neocomunistas saben cómo reciclarse ocultando su verdadera identidad y persistirán.
¿Quiénes decidirán el triunfo electoral? Estarán en condición de votar más de 27 millones de peruanos en el Perú y en el extranjero. Habrá 13 millones de electores jóvenes menores de 39 años (48 por ciento de los electores). Ellos podrían decidir los resultados. El voto femenino será ligeramente superior al 50 por ciento. No se puede decir quién vencerá. Los que fueron primero -a estas alturas- nunca ganaron. Ganará el que haga la mejor campaña. ¿Cómo harán los candidatos mayores de 70 años para persuadir a los jóvenes? Un año es mucho tiempo. Sin embargo, por la experiencia nacional e internacional, el partido que cuente con la mejor estrategia electoral, tenga recursos y un candidato carismático que aprenda a comunicar con inteligencia emocional y empatía, ganará. En comunicación la forma es la esencia. No hay candidato favorito.
Dina Boluarte por medio de un decreto supremo N° 039-2025-PCM, del 25 de marzo, convocó a elecciones para el 12 de abril del 2026. ¿Cuál es su punto de vista sobre la convocatoria y las elecciones?
El gobierno ha tenido la virtud de cumplir un papel estratégico en el país al suceder constitucionalmente al ex presidente Pedro Castillo que dio un golpe de estado fallido cuyo objetivo inmediato fue cerrar el Congreso de la República, detener a la Fiscal de la Nación y controlar esta entidad, intervenir el Tribunal Constitucional y el Poder Judicial; subordinar a la PNP y a las FFAA a su gobierno dictatorial. El golpe fracasó pero iba acompañado de un plan político (Socialismo del Siglo XXI, asamblea constituyente, nueva constitución) y un plan estratégico violento organizado por el Partido Comunista del Perú – SL – MOVADEF y su organización clandestina y de organismos autogenerados. El plan insurreccional tenía como objetivo apoyar el golpe de Estado. Ante el fracaso cambiaron el objetivo: recuperar el gobierno de Pedro Castillo. Los golpes fueron redirigidos contra el gobierno Dina Boluarte. Crearon una nueva narrativa: ella era la golpista, usurpadora y genocida. Esto género que fugaran más de 22 mil millones de dólares y cayeron las inversiones. La violencia política, después de más de un año fue derrotada pero el país ha quedado muy crispado. Las consecuencias económicas y sociales fueron una severa crisis económica, recesión e inflación. Sin embargo, el gobierno, el 2024, ha tenido éxito económico: 3,3 % de crecimiento del PIB, inflación de 1,9 %, cifras récords en exportaciones, inversión pública, divisas, balanza comercial y reservas; además fuertes inversiones en infraestructura (puertos, aeropuertos, Línea 2 del Tren de Lima, irrigaciones, etc. Los éxitos del BCRP y del gobierno de Dina Boluarte son rechazados por los negacionistas que cuando hay algo bueno en economía es obra de Julio Velarde. En este contexto, es que se ha convocado a las elecciones nacionales del 2026.
Pero, hay una inseguridad que afecta dramáticamente a los ciudadanos del Perú. ¿Ese factor incidirá creando un clima negativo? Es muy grave el problema de la inseguridad en el Perú y en América. Desde Estados Unidos hasta Argentina, los países de Norteamérica, Centroamérica y América del Sur están viviendo bajo una larga ofensiva de organizaciones criminales en Venezuela, México, Colombia, El Salvador, Brasil y Ecuador entre otros países, bandas que por su origen tienen un sistema organizativo clandestino de células centralizadas de las organizaciones narcoterroristas. Solo en Venezuela hay más de 10 organizaciones criminales que actúan dentro y fuera de ese país y cuentan con armas de guerra. Lo mismo sucede en Colombia (más de 20 organizaciones criminales). En El Salvador (tres organizaciones criminales integradas por más de 70 mil sujetos). En Ecuador (22 organizaciones criminales) y en el Perú operan más de una decena de bandas criminales peruanas que compiten o son aliadas de las más peligrosas de Venezuela, Colombia y Ecuador. Impera la extorsión y el sicariato, además de otros delitos graves. La minería ilegal es la gran fuerza financiera.
La violencia criminal sí puede afectar las elecciones por los miles de millones de dólares que maneja, especialmente la minería ilegal y otras bandas de delincuentes con presencia en regiones, provincias y distritos del país. Van a incidir en las elecciones presidenciales y de representantes para el Congreso (Senadores y Diputados).
¿No existe ya una interferencia del crimen organizado en los procesos electorales? El crimen organizado o partidos que son organizaciones criminales ya han participado en elecciones nacionales, regionales y locales. El nuevo peligro es la minería ilegal que mueve miles de millones de dólares y que ha superado al narcotráfico, la trata de personas, el contrabando entre otros crímnenes. Utiliza métodos terroristas para imponerse, contratan sicarios y vuelan torres eléctricas. Ellos buscarán ganar las elecciones o tener representantes en el Congreso. El JNE, la ONPE y el RENIEC, la Fiscalía de la Nación y el Poder Judicial deben detectar, sancionar e impedir que el dinero del crimen organizado ingrese al proceso electoral. El fraude puede ser antes, durante y después del día de las elecciones.
Director Periodístico:
EDGARD NAOLA ORDOÑEZ